- Editorial:
- ESCOLA DE LECTURA CREATIVA
- Año de edición:
- 2024
LEER, COMPRENDER Y SENTIR EL POEMA
8 JUEVES A LAS 18:30H. POBLENOU O ZOOM EN DIRECTO
MOGA, EDUARDO
LEER EL POEMA. SENTIR EL POEMA. COMPRENDER EL POEMA.
Curso dirigido por Eduardo Moga en ocho sesiones que se celebrarán en jueves a las 18:30h presencialmente en Poblenou o vía zoom en directo.
Las sesiones se podrán recuperar en diferido. Las personas inscritas podrán hacerlo con el 50 por ciento de descuento.
PROGRAMA;
3 de octubre: El poema silencioso
7 de noviembre: El poema introspectivo
9 de enero: El poema melancólico
30 de enero: El poema enigmático
27 de febrero: El poema lujurioso
27 de marzo: El poema fluvial
15 de mayo: El poema crítico
12 de junio: El poema juguetón
Las ocho sesiones del curso se dedicarán a ocho tipos distintos de poemas, pero no por el tema de que traten o el revestimiento lírico con el que se presenten, sino por su tono, por su estructura profunda, por el objetivo que persigan y la forma que tengan de alcanzarlo, por los recursos expresivos que utilicen y los efectos que aspiren a producir con ellos; por su cuerpo y su subsuelo, en suma.
El propósito es que los asistentes accedan a ellos por todos los conductos de la razón y la sensibilidad, y, al hacerlo, los entiendan y disfruten en profundidad.
En cada sesión se leerán y analizarán tres poemas de diferentes autores, lenguas, épocas y estilos, pero que ilustren el tipo de poema que corresponda.
A título de ejemplo,
del poema silencioso podrán leerse poemas de José Ángel Valente, Ada Salas o Edmond Jabès;
del juguetón, de Nicanor Parra, Oliverio Girondo o Gloria Fuertes;
y del critico, de Nâzim Hikmet, Jorge Riechmann o Maria Mercè Marçal.
En cada uno de estos ocho tipos de poemas caben diferentes modalidades líricas: el melancólico abarca la elegía, los poemas que canten la pérdida o el paso del tiempo, o los que reflexionen sobre la muerte; el lujurioso, los poemas de amor y desamor, los eróticos y todos aquellos que refieran el disfrute de los placeres sensoriales; el introspectivo, los poemas meditativos y filosóficos, los que analicen la propia conciencia o la propia identidad, y los que busquen o denuncien el yo; el enigmático, esos poemas que arrastran el infamante baldón de "incomprensibles", pero que a menudo son de una claridad abrumadora: los espasmos dadaístas, los lúcidos abismamientos del surrealismo y cualquier forma de irracionalismo que dificulte una comprensión apacible e inmediata del texto; y el fluvial, en fin, las composiciones de largo aliento, pero también todas aquellas formas poéticas que no nazcan cerradas, sino abiertas a su propio decurso, narrativo o dramático.
El curso, en fin, está abierto a la ampliación de la nómina de tipos de poemas. El poema científico, por ejemplo, es muy prometedor. Y el poema de paisajes, tan denostado a veces, pueda darnos grandes sorpresas.