
- Editorial:
- COMISURA
- Any d'edició:
- 2025
- ISBN:
- 978-84-09-68825-8
- Pàgines:
- 279
- Enquadernació:
- Otros
- NOLLEGIUDisponible en 1 setmana
- NOLLEGIU CLOTDisponible en 1 setmana
- NOLLEGIU PALAFRUGELLDisponible en 1 setmana
PALABRA EN ARCHIPIELAGO
ASIN, MANUEL / VAN DE STAAK, FRANS
Disponibilitat:
En el cruce entre el cine narrativo, la poesía experimental, el teatro de vanguardia, las artes plásticas, la música de improvisación y la losofía del lenguaje, Frans van de Staak (Ámsterdam, 1943-2001) ocupa un lugar único en la historia del cine.
Desde los textos de Baruch Spinoza, Hubert Poot y Wallace Stevens a las frases hechas del lenguaje ordinario, las películas de van de Staak aíslan y reinterpretan la sensualidad de los signos de la vida moderna, de la in exión de una voz a la manera de anudarse los cordones de un zapato. A partir de sus propios escritos, entrevistas y materiales preparatorios de sus proyectos, este libro invita a recorrer el fulgurante conjunto de su filmografía, que testimonia una originalidad radical en su concepción de las posibilidades del cine.
Manuel Asín es Director artístico del Festival Internacional de Cine Documental de Navarra Punto de Vista y responsable del Área de Cine del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ha comisariado ciclos para Filmoteca Española, MNCARS, Xcèntric-CCCB, Zinebi, MUN, etc. Ha publicado artículos en revistas como Trafic, Blogs&Docs o Caimán Cuadernos de Cine (donde es miembro del consejo de redacción). Es autor de la edición y los prólogos de dos libros en torno al cine de Jean-Marie Straub y Danièle Huillet: Escritos (2011) y Hacer la revolución es volver a colocar en su sitio cosas muy antiguas pero olvidadas (2016). Forma parte del equipo docente de Elías Querejeta Zine Eskola (San Sebastián) y Master LAV (Madrid). Ha sido director de la distribuidora y editorial de libros y DVD Intermedio (2011-2015).
Frans van de Staak es un «cineasta de cineastas»: elogiado por Van der Keuken o Straub —que lo consideraba uno de los grandes cineastas europeos y el único heredero de Vertov—, desgraciadamente es muy desconocido. En su obra (veinticinco films de muy distinta duración) explora un peculiar trabajo con los actores no profesionales y el recitado, y una rigurosa búsqueda plástica y rítmica. Construyó Spinoza de una «forma geométrica», escogiendo con precisión la frecuencia con que aparecen los veinte actores que dicen, repiten y ensayan los textos. En Sepio, donde la intensidad de los colores y las formas evoca a Cézanne, filmó a una única actriz en un campo estival donde resuena la presencia de su amante.